En la Edad Media, este enclave fue uno de los fuertes más importantes de Galicia. Controlaba el tránsito fluvial del río Ulla y fue clave en la defensa de la ciudad compostelana. Actualmente se conservan los restos de dos torres y la capilla. En su entorno, de gran belleza paisajística, se rememoran acontecimientos vividos con el desembarco vikingo el primer domingo de agosto.

Se trata de una antigua explotación de arcilla a cielo abierto destinada a la fabricación de ladrillo y reconvertida en laguna. Dispone de un pantalán flotante y todo su perímetroestá acondicionado para dar largos paseos y disfrutar de la naturaleza y tranquilidad del lugar. Forma parte del Ecomuseo de Valga, integrado por una red de lugares de interés natural de la que también forman parte las cascadas del río Valga, el monte Beiro y la playa fluvial de Vilarello.

El entorno cuenta con numerosas rutas y miradores que permiten disfrutar de todo su patrimonio histórico-paisajístico. Es el punto más elevado de la comarca do Salnés, desde donde podemos disfrutar de una vista panorámica de la ría de Arousa y sus bateas.

En la cumbre del monte Abalo se encuentran los molinos de viento construidos a finales del siglo XIX, únicos en Europa por su doble sistema de aspas. Su emplazamiento ofrece unas espectaculares vistas de la ría de Arousa y de la desembocadura del río Ulla, así como de la Laguna de Pedras Miúdas.

Templo de origen barroco con profundas reformas neoclásicas en el siglo XIX como, por ejemplo, su fachada. El campanario actual es aún más reciente, ya que se construye en 1910. Sin embargo, Setecoros constituye un registro del paso del tiempo desde el periodo denominado tardorromano hasta el día de hoy. En los alrededores de la iglesia, podemos descubrir un hermoso e importante olivar de más de 800 olivos.