Alto dos Cubos
Duración aproximada: 30 minutos
1. El acceso
Los sistemas defensivos invisibles. Los castros o poblados fortificados de la Edad del Hierro del noroeste se caracterizan, entre otras cosas, por sus defensas. Murallas, fosos o parapetos convertían estas colinas habitadas en auténticas fortalezas. Alto dos Cubos presenta dichos elementos, aunque solo son perceptibles a través de las elevaciones existentes en el terreno o la concentración de piedras en zonas concretas. En los puntos en que el camino de acceso se empina, es cuando atravesamos dos parapetos, justo antes de acceder al castro propiamente dicho.
2. En torno al afloramiento
Las cabañas. En torno al gran «bolo» granítico se estructuran las construcciones del castro. Aunque se trata de una mínima parte de todas las que conformarían el poblado, hoy día pueden verse tres edificaciones de planta circular. Se trata de casas, al menos las dos que cuentan con atrio se interpretan como tal. Tendrían una cubierta cónica realizada con elementos vegetales, y los atrios serían empleados como espacios de trabajo cotidiano. En sus interiores aparecieron cerámicas o molinos de piedra que nos hablan de la vida cotidiana de sus habitantes.
3. El dominio del paisaje
Un mirador sobre el Miño. Los castros se emplazan en lugares altos, dominando y controlando el paisaje. Alto dos Cubos cumple a la perfección con dicha afirmación. Es un auténtico mirador sobre dos de las vías de comunicación naturales más importantes de esta zona de Pontevedra y Galicia: el tramo final del río Miño antes de su desembocadura en el océano Atlántico y el arranque de la Depresión Meridiana. Desde aquí se controlaban explotaciones mineras, tierras de labor en la Edad del Hierro, el paso de la vía XIX que en época romana que comunicaba Bracara Augusta (Braga) con Lucus Augusti (Lugo) o, ya en época moderna, las villas fortificadas de Tui y Valença do Minho (Portugal).
¡Lo que no te puedes perder!
Parque Natural Monte Aloia (Tui)
El monte es una auténtica atalaya a 700 metros de altura con 5 miradores y extraordinarias vistas sobre el río Miño. El centro de interpretación de la naturaleza «Casa Forestal Enxeñeiro Rafael Areses», responsable de la reforestación del monte, es el lugar de información y exposición interpretativa del parque natural. Es un espacio muy ligado a la práctica de actividades de ocio al aire libre, entre la que destaca el senderismo, y está integrado en la red de rutas por todo el Baixo Miño.
Tui (Tui)
Ciudad de origen romano y con larga historia. Ente sus monumentos destaca la catedral de Santa María (templo-fortaleza, consagrada en 1225), la capilla de San Telmo, la iglesia-convento de las Clarisas, la Porta Bergán y la iglesia gótica de Santo Domingo. Ubicada a orillas del río Miño, que la separa de Portugal, está unida a él por el Puente Internacional inaugurado en 1886 e influido en su construcción por Eiffel.
Petroglifos de Monte Tetón ()
Conjunto de grabados que se agrupan en dos estaciones principales en los que se incluye un repertorio iconográfico compuesto de cazoletas, formas cuadrangulares, figuras animales y humanas y, sobre todo, impresionantes combinaciones de círculos concéntricos.
Muíños do Folón e do Picón (O Rosal)
Ruta que recorre 60 molinos en escalera por dos laderas formando un imponente conjunto de ingeniería tradicional declarado Bien de Interés Cultural. Es un auténtico balcón natural hacia la comarca del Baixo Miño.
Fortaleza de Goián (Tomiño)
El Forte de San Lourenzo, construido en el siglo XVII, estaba incluido dentro del sistema defensivo de la Raia, la frontera entre Galicia y Portugal durante los conflictos de la Guerra de Restauración portuguesa.