null Mitos y leyendas - Castro de Troña

Mitos y leyendas de Castro de Troña (Ponteareas)

«… la sangre de la víctima fue derramada sobre el grabado de la serpiente…»

Sobre una pequeña roca, próxima al aljibe, se localiza un petroglifo con forma de serpiente denominado a «Serpe de Troña». Está tallado sobre una piedra de sacrificios con un canal central cuya función era que la sangre de la víctima fuera derramada sobre el grabado de la serpiente. Se dice que la serpiente representa la fertilidad, aunque otras teorías afirman que no es más que un símbolo que ofrecía paz y tranquilidad al poblado.

Otra gente cuenta que antiguamente se practicaban ciertos ritos y sacrificios de niños y niñas para que hubiera buenas cosechas y no se sembrara el mal. Se dice que por las noches aún se oyen las voces de los habitantes del castro. En el lugar se registran psicofonías y algunas personas acuden a realizar ritos satánicos. Esta piedra aún conserva cierto tono rojizo…

Conforme a la leyenda, en el castro vivía una serpiente que bajaba al pueblo a robar animales domésticos para comer y hablaba con las cabras y les decía:

— «Dáme do teu leite, que eu che darei o meu peite! [¡Dame de tu leche, que yo te daré mi peine!]»

Los vecinos y las vecinas, por miedo y para evitar aquellos robos, acordaron turnarse y llevarle todos los días al monte un animal. Un día, cansados y cansadas de realizar aquel pago, decidieron matarla. Reunieron varios ovillos de lana y fabricaron una cuerda con un gran nudo en el extremo. Se la dieron a comer a la serpiente y, cuando esta picó, tiraron de la cuerda y la mataron a golpes. La enterraron en el atrio de la ermita y encima colocaron un cruceiro.

«… puede verse una mujer sentada peinándose con peines de oro…»

La leyenda también cuenta que bajo la ermita hay un cementerio de mouros y mouras desde el que sale un camino enterrado que conduce al río Tea, en Portovilares, y que se seguía para ir a ver los caballos que tenían allí.

También se habla de otro túnel desde el castro al río Tea, en un lugar conocido como «Caldeira do Inferno», que en su salida tiene un tesoro con forma de grada de oro.

Otra leyenda cuenta que ante la ermita sale primero una mujer y después una serpiente. En ocasiones puede verse una mujer sentada en una roca peinándose con peines de oro.

En el castro hay noticias de la aparición de tesoros como una viga de oro, que va desde el castro a Portela do Vilar, una gran grada de oro o un telar de oro escondidos bajo el altar de la ermita del Dulce Nombre de Jesús.