null Yacimiento - Castro de Penalba

Uno de los castros más antiguos

El Coto o Castro de Penalba se localiza en un área que presenta una gran concentración de grabados de arte rupestre. Se emplaza en un lugar elevado con numerosos afloramientos graníticos. En la cima se conserva la «Pedra da Serpe», un petroglifo asociado a rituales de fecundidad.

El castro fue en sus orígenes un asentamiento estable del Bronce Final, con una economía agrícola y recolectora, que en un momento determinado fue destruido por un incendio. Inmediatamente después del incendio se inició la reconstrucción del poblado empleando nuevos métodos constructivos, propios ya del paisaje fortificado.

En este segundo momento se levanta el sistema defensivo del poblado con un muro de mampostería de granito construido con piedras de varios tamaños, con un paramento exterior organizado en hiladas irregulares y un relleno de piedras.

Dentro del espacio habitacional destaca la obra de acondicionamiento realizada, con muros de contención sobre los cuales se disponen superficies llanas en las que se levantaron diversas cabañas circulares sobre zócalos de mampostería.

Entre los hallazgos sobresale un puñal afalcatado hecho en hierro de origen mediterráneo.

En el siglo XVIII el monte vuelve a reocuparse con la construcción de la capilla de san Antonio, posiblemente construida sobre los restos de una capilla anterior relacionada con la cristianización del yacimiento.

Un lugar elevado

En el pasado este lugar era una península a modo de promontorio costero con una destacable situación estratégica. Las excavaciones arqueológicas han documentado este marcado carácter marítimo antes de los desmontes, rellenos y construcciones contemporáneas que alteraron de forma definitiva su morfología.