De Roma a la Edad Media
Las excavaciones realizadas han permitido documentar el asentamiento tardorromano del siglo IV formado por un pequeño complejo de viviendas y de producción, asociada a los restos de un horno que conserva la zona de combustión y cocción. También se recuperó una estela reutilizada en uno de los muros y relacionada con las tumbas en ímbrice de esta época.
Durante el siglo V, por influencia de la cristianización, se construye una pequeña iglesia basilical de planta rectangular sobre el anterior complejo tardorromano y reutilizando los materiales de este.
Entre los siglos VIII y IX, como consecuencia de un incendio o por la necesidad de ampliar el templo, se construye una segunda iglesia, de cabecera cruciforme con transepto, presbiterio y ábside, reutilizando la fachada y paredes laterales de la anterior a modo de cimentación. De esta época, y en relación con los inicios del nuevo templo religioso, se recuperaron 26 tumbas de lajas cubiertas con una o dos tapas de forma trapezoidal y de «arco de paréntesis», adscribibles a los siglos VIII-XII.
Durante el siglo XVI la iglesia pasa a ser parroquial y se le adosará una capilla lateral en su lado norte y una sacristía a continuación del transepto y al norte de la cabecera.
Durante el siglo XVIII, concretamente en 1730, según consta en la documentación escrita conservada, se desmantela la iglesia medieval y se traslada a la localización actual, a unos 500 metros de la construcción anterior.
Entre vías naturales
Este enclave se sitúa entre dos formaciones naturales de vital importancia para el desarrollo de las vías de comunicación terrestres y fluviales en la Antigüedad: la Depresión Meridiana y el río Ulla.
La Depresión Meridiana facilitó la creación de vías de comunicación en época romana, como por ejemplo la Vía XIX, que recorre esta depresión desde Tui hasta Iria Flavia. Desde la Edad Media pasa por ella el Camino de Santiago, pero también hoy en día nuestras carreteras aprovechan esta formación natural para discurrir por ella.
El río Ulla se ha empleado como vía de comunicación, pero también como espacio simbólico. Un río donde se desarrollaron rutas comerciales y asentamientos de diferente cronología para controlar este espacio donde confluyen importaciones, influencias, ideas y personas.