null Yacimiento - A Lanzada

Un lugar con una intensa ocupación

Se trata de un espacio complejo, con una amplia secuencia de ocupación humana. Los niveles más antiguos parecen datarse en el siglo VIII a.C. y perdura hasta la Edad Media. Las fases más significativas son la del poblado galaico (ss. V – II a.C.), la factoría de salsas o salazones (ss. III – II a.C.), la ocupación romana y necrópolis (s. I – III), la pequeña iglesia y necrópolis (ss. IV- V) y la fortaleza medieval (ss. XI – XV).

No nos encontramos ante el típico poblado fortificado de la Edad del Hierro, ante el típico castro, nos encontramos ante un punto comercial de larga duración que continuará creciendo con el paso de los siglos y con la introducción del NW dentro de los circuitos comerciales del mundo antiguo.

Con la llegada de la Edad Media, la ocupación del espacio se desplaza hacia la punta del cabo y allí en el siglo XI se construirá una fortaleza con la finalidad de defender de la costa de incursiones sarracenas y sobre todo, normandas. Dicha fortaleza será derruida con la revuelta Irmandiña en el siglo XV, quedando como testigos de ella los restos de una de sus torres y la pequeña ermita, a la que acuden numerosas personas para participar en la romería que se celebra el último domingo de agosto.

Un enclave estratégico

A Lanzada se encuentra a 4 días de navegación de Cádiz y a 4 días de Cardiff, en un punto central para la navegación atlántica de la Antigüedad, ya que controla los accesos naturales de las rías de Pontevedra y Arousa. Punto de paso para marineros y comerciantes que desde, por lo menos el siglo VIII a.n.e. surcaron estas aguas.